"El presidente gallego ha participado en la campaña electoral catalana en un acto organizado por el Centro Gallego de Barcelona con motivo de su 120 aniversario junto a la candidata del PP a presidir a Generalitat, Alicia Sánchez-Camacho". Así comenzaban el pasado domingo la mayoría de informaciones sobre la visita del reelegido jefe del Ejecutivo gallego a uno de los más importantes centros de la emigración gallega en el Estado.
Lo que estaba previsto como un acto de homenaje y celebración del Centro Gallego de Barcelona, por su 120 aniversario, se acabó convirtiendo en un acto electoral, con discursos incluidos y ataques al presidente de la Generalitat, Artur Mas, al que Feijóo contrapuso a su figura. "Los políticos no están para agitar banderas, sino para pagar facturas", dijo el presidente en funciones de la Xunta, en un discurso demasiado parecido a otros que ya hizo durante la campaña gallega.
Sólo algún día antes de que se celebrara la fiesta en el Centro Gallego, la gerencia de la institución fue advertida de que Feijóo iría acompañado de una comitiva de su partido. A medida que todo se iba preparado para la celebración, el homenaje fue trasmutándose en el acto de campaña que se confirmó el pasado domingo. Con gaiteros incluidos, la institución de la diáspora en Catalunya esperaba una visita institucional del presidente de todos los gallegos, pero se encontró con un militante del PP en apoyo de una candidata de su partido. Ante la sorpresa de la mayoría de los asistentes, entre los que había simpatizantes de diferentes formaciones políticas.
De hecho, la convocatoria inicial para la emigración nada decía de la visita de Alicia Sánchez-Camacho, sino que advertía de la visita "del presidente en funciones de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo" y de la "entrega de la medalla de oro de la Federación de Entidades Gallegas de Cataluña al presidente en funciones". Ni una palabra de la visita de Sánchez-Camacho.
De hecho, la convocatoria inicial para la emigración nada decía de la visita de Alicia Sánchez-Camacho, sino que advertía de la visita "del presidente en funciones de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo" y de la "entrega de la medalla de oro de la Federación de Entidades Gallegas de Cataluña al presidente en funciones". Ni una palabra de la visita de Sánchez-Camacho.
"Les metieron un gol a los del Centro Gallego", asegura uno de los asistentes, que para nada esperaba que lo que era un homenaje a la trayectoria de esta importante institución de la emigración fuese convertido en un mitin político. Incluso asegura que se anuló la interpretación del himno gallego que estaba prevista al final del acto y que tan sólo el presidente del Centro, Manuel Carrete, habló en gallego en su discurso, en el que incluso aprovechó para pedir disculpas por el giro que había sufrido el acto. "Allí había padres de concejales socialistas y miembros de CCOO que vieron como acababan siendo público de un mitin político del Partido Popular", confirma uno de los allí presentes.
"Si no era un acto institucional, ¿como es que allí había cargos de la Secretaría General de Emigración?", se pregunta uno de los asistentes al acto. En el perfil de Facebook del Centro Gallego se acumulan las críticas y la petición de explicaciones ante las crónicas que hablan de un acto del PP "organizado" por la institución de la emigración. Pero la historia no fue exactamente así en un Centro que presume desde hace años de acoger la cualquier ideología política en su seno y que ha destacado por su defensa de la lengua y cultura catalana en los últimos tiempos.
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